1. Toma descansos. Intenta disfrutar también de actividades que te gusten: leer, ver la tele, navegar por tus redes sociales. Esa pequeña desconexión te dará la energía que necesitas para seguir con tus tareas.
2. Habla con otros. El contacto social es una de las maneras más importantes de aliviar el estrés. Sentirse aislado o no tener con quien hablar puede afectar nuestro estado mental, por lo que hablar con amigos, familia y pareja te ayudará a hacer frente a tu estrés.
3. Organízate el día a día. No parece importante, pero quizás es una de las formas más poderosas de reducir el estrés. Hazte un calendario diario de qué quieres conseguir (¡sin pasarse!) y, solo con cumplirlo, te sentirás realmente pleno.
4. Come bien. Un buen equilibrio alimentario es esencial. Elimina el azúcar y eliminarás las hormonas del estrés relacionadas con los niveles de azúcar. Una buena dieta ayudará a tu cuerpo, ¡de verdad!
5. Haz ejercicio. No a todo el mundo le gusta, pero te recomiendo que encuentres una actividad física que te ayude a liberar endorfinas. Bailar, correr, nadar, andar… ¡Lo que más te haga desconectar!
6. Déjate cuidar. Ve a que te hagan un masaje, apúntate a clases de meditación o yoga… no necesitas ninguna otra excusa que la de cuidarte de mano de profesionales que puedan ayudarte a manejar el estrés.