1. Sigue utilizando protector solar. Aunque ya no estemos tan expuestos, es igual de importante aplicar protección porque los rayos ultravioleta pueden penetrar en la piel aunque el clima sea gris. Aplícalo en rostro, cuello y escote todos los días.
2. Evita las duchas de agua caliente. Aunque resulten tentadoras con la bajada de temperatura, ¡es lo peor que puedes hacer! Las duchas calientes eliminan de nuestro cuerpo los aceites naturales, provocando que se sequen la piel y se agriete.
3. Utiliza un hidratante suave adecuado a tu piel. Las cremas espesas e intensas que no son apropiadas para tu tipo de piel, pueden resecarla, contribuir a la aparición de acné… ¡pregunta a profesionales cuál es tu tipo de piel y compra una crema adecuada!
4. ¡Sigue bebiendo mucha agua! Es importante no olvidar que el agua es primordial para nuestra salud. Aunque no sientas sed, tu cuerpo sigue necesitando hidratarse tanto por dentro como por fuera.
5. Recuerda comer sano y hacer ejercicio. Aunque ya hayamos dejado atrás la operación bikini, es igual de importante comer sano durante todo el año. Comer mucho azúcar, carbohidratos refinados y alimentos procesados puede empeorar el acné y otros problemas de piel.