Para quienes no conozcan
qué son las fórmulas magistrales, son medicamentos preparados por
un farmacéutico para aquellos pacientes que requieren un tratamiento
personalizado, prescrito por un médico con anterioridad.
Un servicio que en siglos
pasados ya se ofrecía en las farmacias, pero, con la aparición de
la industria farmacéutica, se empezaron a fabricar series de
medicamentos iguales para tratar dolores o enfermedades generales,
con una misma dosis. Gracias a este avance, se ganó tiempo y se
puedo llegar a más usuarios.
No obstante, es cierto
que muchos de los pacientes que tienen la misma dolencia requieren
medicamentos o dosis distintas, por lo que el servicio de fórmulas
magistrales logra garantizar la efectividad de cada preparado para
cada paciente.
¿Cuándo se prescriben
las fórmulas magistrales? Cuando el paciente necesita una adaptación
total del medicamento, el médico prescribe esta fórmula magistral.
El farmacéutico puede ajustar la dosis, según la propuesta del
médico; adecuar o facilitar el proceso de administración, para que
sea más cómoda para el paciente; o facilitar el tratamiento para
aquellos usuarios que presenten alguna intolerancia o efectos
irritantes.