En cuanto a la presión arterial tenemos que diferenciar dos variables: la presión sistólica y la presión diastólica. La primera de ellas hace referencia a la presión de la sangre en la arteria en el momento en el que el corazón se contrae. Por lo tanto, la presión diastólica se refiere a la presión de la sangre cuando el corazón se relaja.
Teniendo en mente estos conceptos, los datos de cada indicador serán diferentes. Los valores normales son 120-129 mmHg para la presión sistólica y entre 80-84 mmHg para la presión diastólica. Por lo que, tanto cifras superiores como inferiores pueden ser un indicio de que algo no va bien en tu organismo.
Sin duda, la toma de la presión arterial es muy sencilla y puede ayudar a evitar y detectar ciertas enfermedades peligrosas para tu salud.