Como decimos, su tratamiento dependerá del tipo de dolor que tengamos. Algunos de los métodos farmacológicos más comunes son mediante el uso de analgésicos orales o tópicos, relajantes musculares o medicamentos antiinflamatorios. Aplicar calor para reducir la rigidez, o frío para la inflamación, también puede resultar de ayuda para aliviar los síntomas.
Por otro lado, es aconsejable combinar todo ello con otro tipo de acciones que incidan no solo en la reducción del dolor, sino también en evitar su reaparición a largo plazo. Hablamos de cambios en nuestros hábitos de conducta y movimiento, o la realización de ejercicios recomendados por un fisioterapeuta. Y en caso de dolor contractural, recuerda que en Farmacia 23 46 contamos con un equipo de especialistas en tratamiento corporal harán que tu dolor desaparezca. Contacta con nosotros para más información